MIS VACACIONES PERFECTAS

by irenelucasalemany

Mis vacaciones perfectas son las que me dejan leer. Y si mi destino de vacaciones es tranquilo como el de este año, un minúsculo pueblo de Teruel, leer al calor de la brisa, el ruido de las esquilas de los corderos a los que el pastor saca a pasear para que coman y los gritos de los niños jugando en el frontón, la experiencia lectora es maravillosa.

Mis placeres literarios de este verano han sido tres:
Cómo encontrar el amor a los cincuenta, de Pascal Morin (Salamandra). Una novela muy francesa entre la fábula de Odette Toulemonde y los peculiares personajes de La elegancia del erizo.
La ridícula idea de no volver a verte, de Rosa Montero (Seix Barral). Una poeta a la que admiro escribió un bellísimo poema tras leer esta obra, así que cuando vi el libro en las estanterías de la casa de mi madre, lo leí ávidamente. Por la poeta, por el amor inconmensurable que contaba (el de Marie por Pierre y el de Rosa por Pablo), por la reivindicación de las heroínas históricas y por el estilo narrativo de la autora.
Alguien, de Alice McDermott (Libros del Asteroide). Esta editorial tiene una línea de narrativa norteamericana que nunca me decepciona.

También compré dos libros de Alpha Decay: empecé a leer Cómo debería ser una persona, de Sheila Heti, pero como suele ocurrirme con los libros de esta editorial, las historias que sugieren los textos de contraportada y el perfil de los autores (mayoritariamente jóvenes) me atraen mucho pero luego su lectura no me atrapa. Intentaré empezar el segundo, El final de la historia, de Lydia Davis, a ver si es la excepción que confirma la norma.